Por Prof. Miguel Ángel Naude.
La idea de aprender una segunda lengua siempre ha sido afectada por estigmas.
Sobrevalorado y, a veces, subvalorado; visto como imposible, como un dolor de cabeza, o para muchos como un aprendizaje inalcanzable, es como vemos el aprendizaje de una segunda lengua. ¿Por qué? La idea de aprender una segunda lengua siempre ha sido afectada por los estigmas que nos han dejado las terriblemente aburridas y confusas clases de inglés que llevamos en la primaria, secundaria y preparatoria; esas donde el profesor no pasaba del verbo to be y de enseñarnos frases muchas veces irrelevantes e incomprensibles para nosotros.
Entonces, ¿todo ese tiempo fue perdido? ¿Sirvió de algo el esfuerzo de nuestro teacher? ¿Por qué nos insistían tanto nuestros padres y profesores en la importancia de aprender ese segundo idioma?
La enseñanza tradicionalista
¿Por qué los mexicanos no aprendemos idiomas? La respuesta es muy sencilla, aunque la educación básica ha sufrido muchos cambios en décadas recientes, se han implementado estrategias didácticas que buscan entender cómo aprende cada individuo, así como el monitoreo constante al aprendizaje del alumno; no obstante, estos esfuerzos no han logrado solventar nuestros problemas de aprendizaje de otros idiomas. Tan sólo pensemos, al ir creciendo, si no entendíamos un clase de matemáticas o de física pensábamos que no estábamos hechos para esas materias y dejábamos de lado las explicaciones que nos daba nuestro profesor, que quizá no eran las más adecuadas para tener un aprendizaje significativo, mismas que quedaban escritas en nuestros cuadernos como conceptos abstractos que jamás impactaron en nuestra vida, lo que nos llevó a dejar estas importantes materias olvidadas.
Ahora bien, ¿por qué quienes dominan conceptos abstractos propios de materias como la química, las matemáticas o la física, no dominan un segundo idioma?
Si bien es cierto que todo idioma está lleno de conceptos abstractos en la gramática y en la forma de expresarse, la comprensión del conocimiento es diferente.
Para ilustrarlo, una persona promedio, sin ser experto en biología, podría entender un artículo de la materia porque la comprensión de la lectura juega un papel primordial; sin embargo, ¿cómo entender un material del cual no tenemos contexto?, ¿cómo entender un idioma que funciona de manera diametralmente opuesta a nuestra lengua materna?
El aprendizaje de idiomas en el siglo XXI ¿Qué se ha realizado en años recientes con la finalidad de asegurar el aprendizaje de otros idiomas? Stephen Krashen, doctor en lingüística y autor de más de 250 artículos en educación bilingüe, establece que para que exista un aprendizaje sustancioso la enseñanza debe basarse en intereses de los alumnos y ser un proceso natural. Para ilustrarlo, ejemplifica que cuando aprendimos nuestro idioma materno, primero escuchamos las frases que nuestros padres nos remachaban constantemente, luego hacíamos el esfuerzo de repetirlas; con el paso de los años, aprendimos a leer en la escuela, y por último, a escribir. De esta manera se facilita y se hace más comprensible el aprendizaje, pues nunca se nos forzó a asimilar conceptos gramaticales antes de entrar a la escuela, más bien, absorbimos el idioma.
Las explicaciones gramaticales de un idioma, con un orden lógico diferente, que no comprendemos del todo, no nos ayudan a aprender, sino que generan más dudas.
¿Por qué es importante, entonces, quitar la abstracción de la enseñanza de idiomas? Pensemos en una persona invidente de nacimiento, ¿cómo le describiríamos un color, por ejemplo, el color verde? Quizá podríamos explicarle que es similar al pasto, sin embargo, hay millones de objetos que comparten esta característica de color, no obstante, sus texturas, suavidad, y quizá hasta su olor, son completamente diferentes, por lo tanto, esta definición, no le ayudaría al individuo a entender el concepto del color y no le quedaría una noción clara.
Una explicación dificulta la comprensión, toda ella es abstracta, pues se expresa desde la perspectiva de quien la emite.
¿Cuál es la alternativa? Partir de un conocimiento previo o ilustrar. Pensemos en lo siguiente, la cocina mexicana tiene muchas bondades en cuanto a sabores se refiere, contamos con sabores suaves, fuertes, picosos, dulces, salados, agridulces, y la lista podría seguir. Así que, ¿cómo podríamos explicarle a un extranjero el sabor el mole? ¿Cómo lo haría usted, le daría todas las características del sabor, o le daría una prueba? ¿Qué opción realmente le ayudaría al extranjero a entender el sabor de este platillo mexicano? La enseñanza de idiomas funciona de igual manera. Las explicaciones gramaticales de un idioma, con un orden lógico diferente, que no comprendemos del todo, no nos ayudan a aprender, sino que generan más dudas. Precisamente esto sucede cuando, al ser adultos, tratamos de aprender un idioma, las explicaciones que recibimos nos confunden, y al tratar de “aclarar nuestras dudas”, la explicación resulta aún más confusa.
Las nuevas tendencias
La realidad, para todo profesor de idiomas, es que la exactitud del uso de la gramática y el vocabulario son muy importantes; en muchas ocasiones, ponderamos este aprendizaje sobre el uso mismo del idioma y esto es un error, ya que la meta de la gran mayoría de alumnos es comunicarse, no ser un experto en gramática. Esto ha creado conciencia en los profesionales de la enseñanza de idiomas, al darle mayor peso a la producción oral, al desarrollo de habilidades interpersonales, habilidades para la vida, y a las clases comunicativas. De hecho, en mi reciente visita a la convención de The American Council on the Teaching of Foreign Languages (ACTFL) se enfatizaba el hecho de preparar a los alumnos para comunicarse, dejando de lado las largas explicaciones gramaticales, y haciendo uso de técnicas de presentación que ayuden a ilustrar y comprender estos temas.
Entonces, ¿cuál es el objetivo que debemos alcanzar con cada alumno? Lo cierto es que para cada uno son diferentes respecto a su aprendizaje; sin embargo, la meta es que aprendan a comunicarse.
No obstante, ningún alumno, al menos que tenga intenciones de ser intérprete, traductor u otra meta profesional con el idioma, necesita aprenderse al dedillo la gramática del idioma, pues esto no permite formar alumnos bilingües. La razón es muy sencilla, al tratar de racionalizar la gramática buscamos un punto de comparación con nuestro idioma materno, y al no ser iguales, traducimos cuando queremos hablar, con tal fortuna que al final, cuando buscamos expresarnos, trastabillamos en cada frase que intentamos expresar.
¿Qué importancia debe tener la práctica oral en la enseñanza de idiomas? Varias veces hemos escuchado: “Yo lo puedo leer y escribir, pero se me dificulta entender cuando me hablan y hablar”. Este sentir es natural entre alumnos de idiomas frustrados. Por ello, al ser la producción oral la habilidad más difícil de desarrollar en la práctica, ésta debe ser de vital importancia durante la enseñanza.
Para impregnarnos de un segundo o un tercer idioma, también necesitamos estar rodeados de éste.
La solución
Existe la creencia popular de que se debe vivir en el país donde se habla el idioma meta para aprenderlo; sin embargo, ¿cuántas personas realmente tienen los medios para solventar un curso en el extranjero? ¿Estará negado el aprendizaje localmente? La realidad es que no, si bien es cierto que debe existir un contexto controlado en el salón de clases para alcanzar este objetivo, no es necesario un curso de inmersión total, o vivir en otro país, lo que realmente se requiere es tener una práctica constante.
Lógicamente no aprendimos español de practicarlo solamente dos horas al día, o cada sábado, aprendimos porque nuestro contexto de vida nos permitía estar rodeados del idioma y lo absorbimos. Por lo tanto, para impregnarnos de un segundo o un tercer idioma, también necesitamos estar rodeados de éste. ¿Qué hacer? Una estrategia que en lo personal me parece de gran utilidad, es escuchar grabaciones de temas cotidianos en el idioma que buscamos aprender, ¿cómo hacerlo? Evidentemente para aprender un idioma necesitamos un profesor que nos guíe, sin embargo, si no tenemos acceso a nuestro profesor 24/7, lo mejor será escuchar grabaciones mientras desempeñamos otras actividades, esto ayudará a que nuestro subconsciente se acostumbre a sonidos, orden de palabras y la adquisición de vocabulario, ya que al comprender el contexto de lo escuchado, y hacerlo constantemente, nos ayuda a absorber el idioma que tanto deseamos aprender.
Esta misma concepción de la enseñanza de idiomas es la filosofía que tenemos en el Centro de Idiomas de Colegio Jurista, creemos firmemente que el aprendizaje de un idioma no está negado para nadie.
Estrategias para aprender existen muchas, y estas les permiten a nuestros alumnos lograr sus metas. Nuestro modelo educativo está basado en competencias, razón por la cual, en nuestras clases de idiomas se manejan por objetivos del habla, de tal forma que nuestros alumnos son capaces de desempeñar lo aprendido en clase en su vida personal o profesional.
Nuestro modelo educativo está basado en competencias, razón por la cual, en nuestras clases de idiomas se manejan por objetivos del habla.
Colegio Jurista es una universidad de alto rendimiento que busca desarrollar alumnos de excelencia, y con esa misma premisa en nuestro Centro de Idiomas nos interesa entender la motivación de los alumnos, entender cómo aprenden, y darles el entrenamiento necesario para alcanzar sus objetivos.
