Abogados del futuro

En menos de una década los juristas dejarán de ser solucionadores de problemas corporativos para convertirse en socios de negocios. No sólo dominarán diferentes habilidades y conocimientos, sino que se involucrarán en los factores clave de las empresas de todos los sectores económicos. Incluso, hay quienes creen que las universidades vanguardistas hoy preparan exitosos emprendedores y no sólo profesionistas del Derecho.

Entre los cambios previstos en las empresas es que para sobresalir en la economía del futuro se deberá ayudar a que los clientes logren sus sueños. Para ello convendrá diseñar productos y servicios que involucren todos los sentidos, no tomar medidas de corto plazo que vayan a disminuir el valor a largo plazo de la marca, balancear el lado emocional y financiero de cada proyecto, estar preparado para asumir riesgos y hacer todo con pasión y creatividad.

Mejorar la marca está más relacionado con lo que está adentro que con lo que está afuera. La marca establece su identidad y muestra aquello que le apasiona, y está relacionada con las siguientes preguntas: ¿Quién es usted, por qué está usted en este negocio, qué lo hace singular, cómo hacer un cambio profundo para sus clientes, a quién le interesa?

La marca es importante tanto para diferenciarse en el mercado, como para las comunicaciones y las operaciones internas. La marca determina dónde yace el corazón de la compañía, qué es lo que más le importa. La marca trasciende los programas y las iniciativas estratégicas, y muestra claramente hacia dónde se dirige la compañía en el futuro. La marca también articula la promesa que usted ha hecho a sus clientes. En el modelo de negocios del futuro, la marca transmitirá a los clientes y posibles clientes su singularidad a través de una conexión emocional. Por tal motivo, es preciso acomodar la marca y ser consistente en cuanto al mensaje que la misma transmite.

Sobre los mercados futuros conviene distinguir dos grandes oportunidades: mujeres y personas mayores de edad.

Todo el negocio deberá ser “reimaginado”, tomando en cuenta todos los aspectos de este mercado: prácticas de reclutamiento de personal, estrategias promocionales, estructura organizacional, procesos de negocio y más. La gente juega un papel crucial.

Por otra parte, los baby boomers (los 80 millones de estadounidenses que nacieron entre 1946 y 1964) envejece. Este grupo controla cerca de 70% de las riquezas (US$ 7 billones) y produce US$ 2 billones en ganancias. Hay un mercado de billones de dólares esperando ser descubierto. Entre los productos que los baby boomers estarían dispuestos a comprar están cosméticos para mujeres mayores que se sienten cómodas con su edad, productos dietéticos que cumplan las indicaciones médicas propias de la tercera edad, empaques que sean más sencillos de abrir e incluso revistas y libros con letras más grandes, teléfonos con botones más grandes y sencillos, automóviles más fáciles de manejar…

Las personas talentosas que operen como agentes libres tomarán la delantera. El empleo vitalicio en una compañía estable es un concepto que ya es historia. En la economía del futuro, todo el mundo tendrá que desempeñarse y pensar como un representante particular, cuya única responsabilidad será la propia carrera.

En este sentido, para obtener el éxito, es preciso pensar y actuar desde un punto de vista empresarial, generar dinero, no sólo pensar en él, mercadearse uno mismo constantemente, afinar las propias habilidades tanto como sea posible, acostumbrarse a la ambigüedad, estar preparado para reírse de los errores y continuar hacia delante.

En el futuro, la diferencia entre el fracaso y el éxito, incluso entre el éxito moderado y el éxito descollante, estará determinada por la habilidad del gerente de involucrar a la gente correcta en cada proyecto.

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