Por Jorge Manuel Manrique Morteo, Rector del Colegio Jurista
La inteligencia artificial, automatización, realidad aumentada, aprendizaje acelerado y otras tecnologías son parte de un nuevo mundo de trabajo. Ahora que los procesos robóticos aparecen en roles que anteriormente habrían sido inexpugnables como abogados o profesionales médicos, el «reskilling» o entrenamiento en algo nuevo, marca el nuevo entorno laboral.
La investigación muestra que las empresas tienen dificultades para capacitar a la gente para hacer algo completamente diferente. Es crucial entonces pensar cuáles son las tareas a las que podrían agregar valor, algo que no implique tareas rutinarias que pueden automatizarse, que involucren la experiencia y juicios humanos.
Hoy el 75 por ciento de los trabajos podría tener hasta un tercio de sus tareas automatizadas. Es imprescindible el reskilling que rebasa, con mucho, las habilidades digitales. Implica las capacidades humanas que permanecen una vez que las cosas están automatizadas.
Y sobre muchos de los trabajos de cuello blanco donde las tareas aburridas serán automatizadas, ahí es donde está gran parte del reskilling y upskilling.
Para generar habilidades y capacidades no sustituibles, con gran permanencia en el mercado de trabajo, es esencial preguntarnos: ¿qué es fundamental para que nuestra organización tenga éxito? ¿Cómo se traslada esa demanda en las tareas y en habilidades? Más aún: ¿qué tenemos ahora?
Desde ahora sabemos que pocos roles quedarán intactos. La automatización transformará notablemente lo que ahora hacemos y cómo lo hacemos. Prepararnos para el futuro no implica el “conocer” las nuevas tecnologías, sino determinar qué parte de los roles que ahora desempeñamos podrán agregar valor al puesto tradicional de trabajo.
Así, las universidades deben enseñar a “leer” el futuro y generar conocimientos para enfrentar problemas que aún no existen.
Asignaturas como pensamiento crítico, trabajo en equipo, autoevaluación y otras conforman parte de las habilidades que requeriremos en cinco o diez años.
