Por Mtro. Gerardo Jair Jaime González, Coordinador de la Licenciatura en Criminalística del Colegio Jurista
En mucha bibliografía e incluso en clases, talleres y congresos podremos encontrar que se habla de “Métodos” de búsqueda y localización de indicios; sin embargo, la denominación correcta es “Técnicas” de búsqueda y localización de indicios y explicamos por qué
El método es el “camino” o procedimiento general que se debe seguir para llegar a resultados verdaderos o útiles en la investigación científica, mientras que la técnica son los procedimientos particulares que se aplican en auxilio del método general de trabajo establecido.
De lo anterior, podemos concluir que la principal diferencia entre método y técnica consiste en el carácter general del primero y el carácter particular de la segunda. Entonces, regresando al tema de principal de este artículo, ante la búsqueda y localización de indicios en el lugar de intervención se establece como parte del método general de trabajo la observación. Ahora bien, en virtud de que no conocemos donde se encuentran, el tamaño de estos y su localización, es necesario realizar la búsqueda mediante auxilio de técnicas específicas, como las que veremos a continuación.
Criba: Con el objeto de poder realizar la observación del lugar de intervención, que puede ser tanto abierto como cerrado, se debe recorrer en forma paralela la totalidad de la superficie desde un extremo hacia el otro, en sentido de norte a sur y posteriormente de oriente a poniente.
Abanico: Es una técnica adecuada principalmente para lugares cerrados. El investigador parte de una de las esquinas del lugar de intervención, se desplaza por una franja y regresa por esta misma, para luego repetir el procedimiento avanzando por otra franja hasta cubrir toda la habitación en un recorrido en forma de abanico.
Radial: Consiste en circundar la zona. Se inicia en el centro que ha sido designado previamente. En este caso, el desplazamiento se hace siguiendo el radio de la circunferencia, como si fueran los rayos de la rueda de una bicicleta y conforme a las manecillas del reloj.
Franjas, paralelas o líneas: Es utilizado principalmente en lugares abiertos y de grandes dimensiones, la observación se practica recorriendo el lugar en forma paralela, a efecto de cubrir la superficie de un extremo al otro en sentido vertical. Para ello, se requiere de varias personas dispuestas en línea, que avanzan hacia adelante en la misma dirección. De encontrarse algún indicio, se dará aviso inmediato al responsable del equipo, pero sin tocarlo.
Espiral: Su empleo tiene lugar tanto en espacios abiertos o cerrados. La observación se realiza en forma centrifuga o centrípeta, pero siempre en forma circular.
Zonas, sectores o cuadrantes: Consiste en dividir el lugar de intervención en zonas asignándole una codificación o numeración a cada una de ellas. Una vez dividido, se procederá a la inspección de cada espacio, y en caso de que se encuentre algún indicio se hará mención del área donde éste se ubique. Es importante que cuando se haga la división en zonas, al interior de cada zona se aplique alguna de las técnicas mencionadas con anterioridad.
Por último, en algunos libros, ciertos criminalistas refieren utilizar la técnica “de punto a punto”; sin embargo, ésta no cumple con los requisitos mínimos para considerarla dentro de la investigación científica, pues consiste en ir de un indicio a otro, careciendo de rigurosidad y sistematización.
Ahora, con relación a las “Técnicas de Localización de Indicios”, haremos una aclaración semántica del porque es “Localización” y no “Ubicación” de indicios; ubicación en criminalística, hace referencia a situar o instalar en determinado espacio o lugar, ya sea algo o alguien (espacio que es ocupado o puede serlo por algo). En este mismo orden de ideas, el concepto localizar, es meramente fijar, encerrar en límites determinados y el término fijar se refiere a hinchar, clavar, asegurar un cuerpo en otro; dicho de otra manera, es algo o alguien que queda en un lugar.
Entonces, cuando utilizamos el concepto ubicación, nos referimos a un domicilio y/o en su caso a cierto espacio o lugar determinado, ya sea abierto o cerrado, ya que se puedan obtener por medio de cartografía, planos, aplicaciones o en su caso por Sistema de Posicionamiento Global (GPS); en cambio, si utilizamos la palabra localización lo estaríamos utilizando para los indicios, cual sea su naturaleza, ya sea físicos, químicos o biológicos, ya que estaríamos utilizando puntos cardinales (orientación), medidas (grados y distancias), esto para fijarlos con exactitud.
En los primeros párrafos de este artículo diferenciamos entre método y técnica, por lo cual ahora no es necesario realizar la explicación del porqué se denominan “Técnicas de localización de indicios”; lo que sí es importante mencionar es que “Técnicas de Búsqueda” y “Técnicas de Localización” de indicios son diferentes, en muchas ocasiones se confunden como uno mismo, pero no lo son.
Las “Técnicas de Búsqueda de Indicios”, son las siguientes: criba, abanico, radial, franjas o paralelas, espiral y zonas o cuadrantes, las cuales ya fueron profundizadas con anterioridad, lo que ahora nos compete son las “Técnicas de Localización de Indicios”, las cuales explicamos a continuación:
Escuadra, ángulo recto o de plano cartesiano: esta técnica de localización es aplicable a cualquier superficie plana que tenga por lo menos un ángulo recto (90°) en alguno de sus vértices, como: suelos de forma cuadrada o rectangular, paredes entro otros. Las aristas que surjan del vértice antes referido servirán como referencias “X” y “Y” de un plano cartesiano, y de esta forma se indicarán la distancia perpendicular que hay de las limitantes al indicio. Por estas características es más utilizado en lugares cerrados; sin embargo, también se puede utilizar en lugares abiertos que cuenten con las características referidas.
Radial, Acimut o Azimutal: esta técnica es aplicable a cualquier superficie plana que tenga un punto de referencia, como sucede en parques, ranchos o lugares irregulares. En un primer momento, se tomará la distancia lineal entre el punto de referencia y el indicio; posteriormente, desde el punto de referencia se ubicará, el punto cardinal Norte, mismo que funcionará como el grado cero; a partir del Norte, se medirán los grados de apertura que existe hacia el inicio.
De igual forma, no es necesario que exista un punto de referencia, el círculo azimutal se puede colocar en un punto localizado por un GPS de alta precisión. Se colocará el GPS, se tomará nota de las coordenadas exactas y ahí se coloca el instrumento con las consideraciones mencionadas con anterioridad. Esta técnica es utilizada principalmente en lugares abiertos, debido a las características y ventajas que representa.
Triangulación: esta técnica es aplicable a cualquier superficie plana que tenga dos puntos fijos, como: pisos de forma irregular, paredes, vías vehiculares, entre otros. Los puntos fijos antes referidos servirán como los vértices de la base de un triángulo y el lugar donde se encuentra el indicio a localizar servirá como el vértice de la cúspide del triángulo. Por lo tanto, el investigador deberá medir de forma rectilínea la distancia que existe de cada uno de los puntos fijos al indicio. Por las características de la superficie, esta técnica puede ser utilizada tanto en lugares abiertos como cerrados.
Por último, es importante hacer la aclaración que todos los instrumentos utilizados para realizar la localización de indicios, como lo son, brújulas, flexómetros, distanciómetros, Sistemas de Posicionamiento Global, circulo azimutal, etc., deben cumplir con las normas oficiales correspondientes, esto para evitar variaciones en las medidas.
Referencias:
Enrique Guzmán Gamboa, Criminalística actualizada en la investigación de homicidios. Editorial Flores.
René González de la Vega. La investigación Criminal. Editorial Porrúa.
Rafael Moreno González. Introducción a la criminalística. Editorial Porrúa.
S. Lugo, La Diferencia entre Ubicación y Localización en Criminalística.
Editorial Flores.
