Insectos al servicio de la justicia

Por Lic. Gerardo Jair Jaime González, Coordinador de Licenciatura en Criminalística del Colegio Jurista

En un país como el nuestro, donde las muertes violentas son parte de la vida cotidiana y donde se registran homicidios, feminicidios y desapariciones forzadas todos los días, las ciencias forenses se ven en la necesidad de recurrir a instrumentos que permitan impartir justicia de manera más eficiente y eficaz.

Con la finalidad de aportar pruebas contundentes durante el Juicio Oral, mismas que permitan establecer el tiempo y posibles causas de muerte de las víctimas, nos hemos dado a la tarea de identificar con precisión aquellos insectos que intervienen en el proceso de descomposición de cadáveres (etapa temprana).

En la actualidad, alrededor del mundo se realizan pocos (casi inexistentes) trabajos con cadáveres humanos debido a cuestiones éticas. Por lo anterior, en los estudios de entomología forense se sacrifican cerdos y se simulan las condiciones de abandono de cadáveres, debido a que el cerdo es el animal que más se aparece al ser humano, en cantidad de pelo, piel, grasa corporal y manera de descomposición.

Breve reseña histórica de la entomología forense 

El estudio de los insectos dentro de la investigación criminal data del siglo XIII en el lejano oriente, para ser específicos en China; debido a que se logró descubrir al causante de la muerte de un campesino, delito que se cometió utilizando una hoz.

En aquel tiempo, el comisario de la aldea, Sung Tz’u, llamo a todos los trabajadores del lugar para realizar las entrevistas correspondientes, y al no obtener información sobre el homicidio, ordenó que los trabajadores llevaran todas sus herramientas de trabajo y las colocaran frente a una muchedumbre. Las moscas comenzaron a llegar a una de las hoces, probablemente atraídas por los restos de sangre o tejido. En ese instante Sung Tz’u confrontó al dueño de la herramienta y éste confesó su delito.

A pesar de la relevancia de este caso y la importante información que aportó a la investigación criminal, la entomología forense quedó relegada al olvido por muchos años, a tal punto que se tenía la creencia de que las moscas aparecían espontáneamente en la carne descompuesta.

Fue hasta 1855 cuando Bergeret documentó el primer caso moderno al incluir la estimación del tiempo de muerte.

Francesco Redi, en el año de 1668 desechó esta teoría realizando un modesto pero eficaz experimento: colocó una serpiente muerta, un pescado y un trozo de carne de ternera en frascos, los cuales cerró y selló; en otros frascos colocó los mismos componentes, pero los dejó abiertos. El resultado fue que en los frascos cerrados y sellados no había gusanos, aunque su contenido se había descompuesto y olía mal, en los frascos abiertos se observaban gusanos y moscas que entraban y salían, por lo tanto, la carne de los animales muertos no puede engendrar gusanos a menos que sean depositados en ella huevos de animales; no obstante, a pesar de este experimento la gente seguía creyendo en la generación espontánea. Fue hasta 1855 cuando Bergeret documentó el primer caso moderno al incluir la estimación del tiempo de muerte. En este caso específico, se encontró el cadáver de un niño en el que se observaron insectos y, a pesar de que la estimación de la data de muerte fue errónea, el caso presentó la primera aplicación de la sucesión de insectos en entomología forense y cimentó los estudios posteriores.

Las ciencias forenses se ven en la necesidad de recurrir a instrumentos que permitan impartir justicia de manera más eficiente y eficaz.

A partir de este caso, la disciplina comenzó a utilizarse de manera más frecuente y en la actualidad se emplea con excelentes resultados en países como Estados Unidos, Alemania, Francia, España, Portugal, Brasil, Argentina y Colombia.

¿Cómo se utilizan los insectos?

La entomología forense es el estudio de los insectos y otros artrópodos en la investigación médico-legal, primordialmente para establecer el cronotanatodiagnóstico o data de muerte. También, por medio de las diferentes especies de insectos se puede determinar si un cadáver ha sido trasladado de un sitio a otro, además nos da la posibilidad de descubrir casos de negligencia o se pueden detectar sustancias tóxicas cuando el cadáver se encuentra en avanzado estado de descomposición.

Insectos en acción

En las actividades académicas realizadas por el que suscribe, se han utilizado vísceras animales (pollo), se han dejado a la intemperie, teniendo el cuidado adecuado para evitar que grandes animales carroñeros como perros, gatos, ratas o ardillas pudieran comenzar con la antropofagia cadavérica, pero si se permitía el acercamiento de los insectos a los organismos. Posteriormente, durante algunas horas, se realizó la recolección de los insectos en los organismos y en el área cercana para posteriormente identificar las especies en el laboratorio.

Con el apoyo de los laboratorios y equipo del Colegio Jurista, se lograron establecer las primeras especies colonizadoras de los cadáveres en Cuernavaca, Morelos, entre ellas están: Sarconesiopsis magellanica, Lucilia sericata, Composomyiops Verena, Calliphora vicina, Calliphora nigribasis (Dípteros de la familia Calliphoridae).

De la misma manera, se determinó por medio de análisis estadísticos multivariados, que la presencia de una especie u otra no sólo está influenciada por los estados de descomposición, sino también por otros factores, como lo son: las condiciones climatológicas y las condiciones del lugar de intervención (lugar abierto o cerrado, zona rural o urbana, etc.).

Las moscas, primeramente, ponen sus huevos en los orificios naturales y heridas de los cadáveres, debido a que estos son los lugares apropiados para la incubación. Después, los huevos se desarrollan en larvas que se alimentan directamente del cadáver y son, en gran proporción, las encargadas de consumir el cuerpo.

Un dato importante para estimar el tiempo aproximado de muerte es el tamaño de las larvas de las primeras especies colonizadoras de los cadáveres, ya que entre mayor sea el tamaño de la larva, serán los días de vida del insecto, por lo tanto, será igual al mayor tiempo de muerte de la persona. Para determinar lo anterior, existen graficas de curvas de crecimiento y desarrollo de diferentes especies de moscas colonizadoras.

Un dato importante para estimar el tiempo aproximado de muerte es el tamaño de las larvas de las primeras especies colonizadoras de los cadáveres, ya que entre mayor sea el tamaño de la larva, serán los días de vida del insecto.

Cuando un cadáver presenta larvas de los primeros insectos colonizadores, el tamaño de las estas en el cuerpo se compara con las gráficas antes mencionadas (las cuales son específicas para las especies y para las condiciones climatológicas) y de esta forma se obtiene un tiempo mínimo de muerte.

El método mencionado en el párrafo anterior se utiliza en las primeras semanas de la descomposición cadavérica, la cual corresponde a los estados de: 1) descomposición fresco, que se caracteriza por los fenómenos cadavéricos tempranos como la rigidez, deshidratación y enfriamiento; 2) estado cromático, llamado así por la aparición de la mancha verde abdominal, producto de la acción de las bacterias y, 3) estado enfisematoso, donde existe hinchamiento del cadáver por actividad de las bacterias y la generación de gases dentro del cuerpo.

El desarrollo de los insectos está directamente influenciado por la temperatura ambiental; de manera general, mientras más alta sea la temperatura más rápido es el desarrollo de los insectos, debido a que son organismos poiquilotermos, esto quiere decir, adaptan su temperatura con la del medio ambiente.

Durante una práctica realizada en el mes de diciembre en Cuernavaca, Morelos, donde la temperatura llega a bajar hasta los 6 °C, los huevos depositados por las moscas de la familia Calliphoridae murieron, debido a que durante las madrugadas las temperaturas descendieron. Por esta razón, es importante que los investigadores forenses tengan los datos precisos de la temperatura registrada en el lugar de intervención, pues en caso contrario se podrían cometer errores en el cronotanatodiagnóstico, conduciendo la investigación médico-legal en un marco incorrecto de data de muerte.

Insectos encontrados en los cadáveres

La división de los insectos es muy variada, depende principalmente del rol que desempeñan durante la descomposición. Derivado de diversas investigaciones realizadas, podemos reconocer cuatro grupos fundamentales, siendo estos los siguientes:

Insectos necrófagos: son aquellos que se alimentan directamente del cuerpo, primordialmente moscas (dípteros) y cucarrones (coleópteros).

Depredadores y parásitos: El cuerpo en descomposición no los atrae directamente, pero sí son atraídos por otros insectos que se encuentran en los cadáveres. Esta clasificación es compuesta principalmente por cucarrones de las familias Staphylinidae e Histeridae, de igual forma los ácaros y garrapatas.

Omnívoros: Se alimentan del cuerpo, así como de la fauna asociada a éste. Este grupo lo componen principalmente hormigas, avispas (himenópteros), algunas especies de cucarrones y algunas especies de moscas de la familia Calliphoridae.

Accidentales: Este grupo lo componen insectos y artrópodos que usan el cuerpo como una extensión de su hábitat natural, como lo son las arañas, libélulas y mariposas.

Insectos establecen el tiempo de muerte

Existen diversos métodos para establecer la data de muerte de cuerpos humanos. No obstante, cuando han pasado más de 72 horas (más de tres días) de la muerte, la entomología forense es la disciplina más precisa. Cuando una persona muere, los insectos son los primeros organismos que detectan y colonizan los cadáveres. En ese instante comienza la degradación de las sustancias del cuerpo, de tal forma que se originan sustancias químicas que atraen a los insectos.

Cuando una persona muere, los insectos son los primeros organismos que detectan y colonizan los cadáveres.

Los primeros insectos llegan al cadáver guiados por el olor de los gases en descomposición que desprende el cuerpo, el cual es percibido por ellos mucho antes de que el olfato humano lo detecte; por esta razón, en casos donde una persona fue privada de la vida y su cuerpo fue abandonado o escondido, los insectos son los primeros organismos en descubrirlo convirtiéndose, de esta manera, en los primeros “testigos”.

De manera general, los primeros insectos que colonizan los cadáveres son los dípteros (moscas) de la familia Calliphoridae (moscas metalizadas de color verde o azul). Una vez que las moscas han depositado sus huevos, éstos comienzan a tener cambios completos en su morfología, los cuales incluyen diferentes estadías de desarrollo: larvas, pupas, y, por último, adultos.

Donde una persona fue privada de la vida y su cuerpo fue abandonado o escondido, los insectos son los primeros organismos en descubrirlo convirtiéndose, de esta manera, en los primeros “testigos”.

Los datos referentes a la especie colonizadora y a su estado de desarrollo, en conjunto con el dictamen médico forense sobre el estado de descomposición del cadáver, conforman la primera información útil para el forense.

Por último, cuando han pasado ya algunas semanas se emplea el método de sucesión, el cual consiste en la aparición y desaparición de insectos en un orden secuencial y casi predecible, pues cada fase de la descomposición cadavérica atrae selectivamente a cierto grupo de insectos.


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