Por Mtro. Jorge Manrique, Rector Colegio Jurista
Durante el primer trimestre del año 2020 no imaginamos que nuestras vidas darían un giro importante. Aunque nuestras miras estaban en el futuro, no esperábamos que nos cayera de golpe y nos despertará del sueño de libertad que creíamos tan real.
Lo que creíamos lejanísimo, de inmediato se instauró en las pantallas de nuestras computadoras, tabletas y celulares. Pasar de un aula física a una virtual fue un proceso de adaptación complejo tanto para alumnos, maestros e, incluso, para las familias. Hoy todavía seguimos asombrados que muy a pesar de tener una vida hipertecnologizada, las herramientas de educación digital seguían en lo distante.
Colegio Jurista se convirtió de inmediato al proceso educativo digital. Siempre con el objetivo de innovar no sólo en las aulas de nuestras instalaciones, sino buscando las mismas soluciones a través de aprovechar lo que la tecnología nos ofrecía y que apenas explorábamos.
A diferencia de quienes piensan que el entorno digital favorecía el distanciamiento social, como institución educativa logramos darle un sentido distinto: unimos más a nuestra comunidad escolar en el proceso virtual. El proceso de sociabilidad, que respetaba la sana distancia establecida por la autoridad sanitaria, se acentuó en nuestras aulas digitales.
Clases, conferencias, talleres, conversatorios digitales se convirtieron en motivadores fundamentales de la amalgama que hoy es nuestro estudiantado tanto en Preparatoria como en las licenciaturas de Derecho y Criminalística.
A dos años de pandemia y con un escenario distinto en puerta, donde la convivencia digital y la física se alternarán en un sistema híbrido, tendremos oportunidad de beneficiar a nuestro alumnado con la combinación de herramientas digitales y experiencia académica in situ que guíen el debate y la práctica como objetivo esencial para la educación post-COVID que requerirán nuestras alumnas y alumnos, así como nuestro Estado de Morelos y el país.
