Mi experiencia en Francia

Édgar Yael Fernández Cruz, alumno de Preparatoria Jurista

Mi experiencia en Francia fue muy divertida y agradable; al arribar al aeropuerto estaba muy emocionado, ya que es un lugar en que nunca antes había estado y me emocionó mucho pensar que iba a experimentar una nueva forma de cultura y gastronomía, al igual que diferentes idiomas a los que estoy acostumbrado, en especial en la escuela hablaban francés, japonés y chino.

Al bajar del avión, me recogió una persona que después me llevó al hotel, donde me quedé para dejar mis cosas; y luego de eso salimos a comer unos baguettes y un pan, luego de eso volvimos al hotel donde pasé el resto del día, pues estaba un poquito cansado de volar en el avión durante 12 horas sin dormir más que dos o tres horas; al día siguiente, volvimos al aeropuerto donde me recibió un señor que me iba a llevar a la escuela de Saint-Denis, antes de irnos teníamos que esperar a unas niñas japonesas, una vez que llegaron nos subimos todos a la camioneta y nos fuimos a la escuela, el viaje en la camioneta del aeropuerto a la escuela nos tomó cerca de tres horas ya que salimos desde las ocho y llegamos a las 11.

Una vez que llegamos a la escuela me mostraron los dormitorios y la habitación en que estaría toda la semana; después de un rato, bajé a comer porque me anticiparon que la comida se servía a la una. Después de comer, como a las dos, nos llevaron a todos a nadar a la piscina donde estuvimos durante dos o tres horas, había un tobogán de tres carriles y en la parte de afuera había inflables de toboganes y un puesto que vendía crepas; mientras nadaba me dio hambre, y me comí unas chips flaming hot que me había llevado junto con un crepa de nutella, que estaba muy rica.

Me di cuenta, cuando había probado el pan y la crepa, que era verdad lo de la repostería francesa, el pan estaba muy rico y muy distinto de sabor al de México. Después, terminado el tiempo de la actividad, nos regresamos a la escuela, me fui a mi cuarto a descansar porque estaba cansado de tanto nadar y jugar; me había percatado en el hotel sobre la hora en que oscurecía y la hora en que amanecía, en Francia oscurece hasta las 10 más o menos, y amanece a las cinco o seis, no recuerdo muy bien, ya que sólo vi una vez la hora en que amanecía, pues las demás veces me levantaba a las siete de la mañana. Una cosa muy curiosa es que me habían anticipado que me costaría trabajo acostumbrarme al horario, sin embargo, me acostumbre enseguida.

Al día siguiente de la actividad de la piscina, me llevaron a una especie de pueblito, por así decirlo, donde había una fábrica de chocolate que era una tienda chiquita que elaboraba y vendía chocolate, donde nos enseñaron un video que explicaba cómo hacían el chocolate y de dónde lo transportaban. Luego de eso, nuestro recorrido era libre, lo cual aprovechamos para explorar la zona en pequeños grupos, yo fui con los españoles porque me sentía más cómodo hablando español, además, como ellos sabían francés les podía pedir ayuda para cosas que no entendía.

Estuvimos ahí desde las 2:30 hasta como las 4:45, el horario que teníamos era que a las siete de la mañana desayunábamos, y desde las ocho a la una de la tarde teníamos clase de francés, terminando era hora de comer, y después de comer, como a las 2 o 2:30, nos llevaban a algún lado que era la actividad de la tarde.

Las clases las sentí muy bien porque nos hablaban en francés, y las cosas que no entendíamos en inglés, eran cinco horas al día. La comida la sentí bien, aunque me di cuenta que no la sazonaban, sino que las especias, la sal, y todo eso, venía en un aderezo con que te servían la comida; durante ese tiempo sí extrañaba mucho la comida de México. Los cuartos de la escuela eran muy chiquitos al igual que los baños; sentía todo muy chiquito y estrecho, por suerte, el cuarto era para mí solo pues no tenía compañero, lo que me vino bien ya que no creo que alguien pueda estar en un cuarto tan chiquito; algo que no me gusto era el transporte, pues el autobús lo llenaban lo más que se podía y sin aire acondicionado. Los lugares a que me llevaron, además de los que mencioné antes, fueron a unos jardines con un castillo y una especie de calles donde se podían comprar un montón de cosas. El último día de la escuela nos mostraron un show de, creo yo, otras escuelas sobre la cultura occidental y arte.El último día que estuve en Francia fui a conocer lo que es París, el centro con todas las atracciones turísticas y demás. Allí lo que hice fue ver y subirme a la torre Eiffel, lo cual me gustó bastante ya que fue la primera vez que la había visto y también me dio miedo porque tengo vértigo, y jamás me había subido a algo tan alto como esa torre; además, también visite Notre Dame aunque no me dejaron entrar porque estaba en reconstrucción. Lo que más hice durante ese día fue comer, probé diferentes postres y platillos, pero en sí lo disfrute mucho y volvería a ir sin problemas.